29 jul 2007

Las flores del mal

viajando entre las nubes de un junio por terminar, la tarde comenzaba con el humo persa desbaratando las entrañas
la noche fue cayendo en la cotidianeidad y pronto estaria por romperla
llegando al templo el recinto cimbro los pisos
las palmeras plasticas, promiscuas se encaminaron a los excesos de la despedida
revoloteando humo, nubes, luces, risas, vino, carne,
no se hizo esperar cuando la yegua percherona mostraba la liviandad de sus cascos nuevos adquiridos en finos almacenes
mientras que los gritos electricos sofocaban mis oidos
la vista se recreaba con la cofradia de la noche
que bueno cuando las golondrinas emigran a cagar estatuas cuando es tiempo
prestando miradas y roces con la furia narcotica de flashes con mucha pose, mucha pinta
el sudor frio corria por mi espalda buscando miradas trazadas por finas zorras de escaparate con valores desechables a disposicion de quien pueda canjearlos
solo basta una, dos, tres, 4, copas de mandragora envenenada en labios igual de envenenados
raspando con lenguas serpententeantes
complices de superficialidad
yo solo observo y bendigo de que ya no estoy
dejo que la facil facil se instale
y a gritar y a brincar
por mi no queda
ya intente cargar la loza hiriente y la antorcha para mis puertas
ahora ya por siempre
solo dormire en las noches largas
para volver a nacer en mi
ya me canse
ahora me toca a mi

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